sábado, marzo 29, 2008

Premio Calidez

Gustavo en Necesaria me dió el "Premo Calidez". Gracias Gustavo, me siento sumamente halagada.



Ahora me toca pasarlo, claro que no podré hacerlo con una presentación tan linda como la que hizo él.

Long
Caza estrellas, soy un sonajero estridente, cursi hasta la madre, con nombre demasiado largo que quedó después demasiado corto...

Mond
Just a dreamer...

Nunu
Dicen que finjo o miento todo lo que escribo. No. Yo simplemente siento con la imaginación. No uso el corazón...

Triple
Me gusta la vida, me gusta escribir, leo con voracidad sobretodo novelas. Me gustan los autores hispanoamericanos. No me gustan las berenjenas, ni la mediocridad...

Premio Brillante Weblog

Mond me dió un premio que ahora me toca compartir. Gracias Mond, y gracias por tus palabras.



Los premios se los entrego, utilizando las palabras que utilizaron ellos para darles la bienvenida a sus respectivos espacios:

Gustavo
He quemado algunas quimeras y mitigado otros tantos mitos. Me he quitado algunos recuerdos de la bitácora, para dejar memoria a lo que debía devolverme, retornarme, repetirme.
Sette
Me gustan los inicios. Los libros nuevos, las primeras letras de un texto, el paso que da origen a todo, la magia de la siempre única: primera vez.
Ardilla
En el fondo,
cuando te has perdido dentro de tino tienes mas remedioque buscarte afuera...
Eleafar
Pero suponiendo que de cualquier manera la tuviera, conciencia social, claro está, pero desconociera tenerla, como lo hago, mi vida se convertiria en un cuento de Kafka.
Rodrigo
He decidido dedicarselo a una esencia, esa escencia que forma parte de mi vida, que solo yo conozco y conocere, pues me muestra una parte unica de su vida, de su visón de su alma.

domingo, marzo 23, 2008

Emi en casa


Es de noche. En la habitación de al lado duerme Emi. Esta tarde, cuando ya me venía a casa decidió que quería venirse conmigo a dormir. Su mamá le dijo que mejor otro día, que mañana era el desayuno de Pascua. El insistió, dijo que fueramos por su pijama. Nos subimos a los coches y seguí a Rebeca para empacar la mochila.

Emi tiene 3 años y es la primera vez que viene a dormir a la casa. Al llegar traté de bañarlo pero no pude porque nunca salió agua caliente, acabó sólo lavándose los pies (anduvo descalzo todo el día) y la cara. Luego le hice de cenar. Me pidió un huevo estrellado (“a mi mamá le quedan muy ricos”) se me reventó la yema, pensé en hacerle otro pero me dijo “así me lo como”. No pusieron el cepillo de dientes, yo busqué en mi cajón de chunchitas y le regalé uno. Después de lavarse la boca lo llevé a acostar.

- ¿Quién va dormir en esta cama? - me pregunta mientras pongo las sábanas.

- Tú.

- ¿La compraste para mí?

- La compré para las visitas y hoy tú eres mi visita.

- ¡Qué padre!

Lo acosté, lo rodée de almohadas, puso sus dos muñecos de peluche cerca de su cabeza. Le di besitos de buenas noche. Le pregunté si quería que dejara prendida la luz del baño, me contestó que sí. Fui a prenderla y regresé a darle más besos. Se durmió instantáneamente.

Aunque ya está dormido, siento su presencia en la casa. Me pregunto por qué se quiso venir conmigo justo hoy, y sólo sé que es su forma de decirme algo: no hay casualidades. ¿Será su forma de avalar mi proyecto? ¿Es la forma del universo de contestar a mi pregunta?

miércoles, marzo 19, 2008

Red

¿Sabés?. Los trapecistas de circo, cuando dán su show en lo alto de la carpa y con luces solo alumbrándolos a ellos, se dicen: "Salta que la red aparecerá." Aún así no logran superar el temor y con esa adrenalina dan su espectáculo.
- Gustavo O. Camacho


Ayer en una conversación me dijeron que todavía estaba atorada. Que se ve en mis palabras, en mis actitudes hasta en lo que escribo. Pienso que tal vez es cierto, tengo miedo, o tal vez sigo cuidando gente, a costa de mí misma. Ha sido un proceso, en general siento que la vida va bien: no, mucho más que bien, amo mi vida. Aún así, no me queda más remedio que aceptar que por alguna razón siento que si me suelto voy a caer al vacío.

Escucho en mi cabeza las palabras: “Salta que la red aparecerá”. Y me digo “¿por qué no?” Se pierde más viviendo a medias.

miércoles, marzo 12, 2008

I'm beginning to think that maybe it's not just how much you love someone. Maybe what matters is who you are when you're with them.
- Anne Tyler, Accidental Tourist

Durante años viví pensando que así debía ser el amor. Y, un día me dijiste: “ella me necesita más que tú”. Yo pensé que no podía ser real, que entenderías, que recordarías la esencia de lo que fuimos juntos.

Siempre dijimos “soy lo mejor que puedo ser a tu lado”. Así fue, hasta que dejó de ser importante y decidiste irte. No, el día que te fuiste no fue algo aleatorio, fue una decisión pensada, armaste toda la historia, todo fue construido hasta el último detalle. Tal vez fue tu forma de sentirte menos culpable. Yo argumenté que nadie se merece un amor a medias, que al final un amor incompleto también la lastimaba y limitaba a ella, aunque no lo pudieras ver en el corto plazo. No quisiste escuchar.

Yo nunca te necesité, no de esa forma. Alguna vez platicando con una amiga me dijo “nos dejan porque no los necesitamos”. No lo entendí, o no lo quise creer. Tal vez es cierto: a todos nos gusta sentirnos necesarios. Y yo sigo creyendo que debíamos sentirnos mejor de no ser indispensables. De estar porque se quiere estar por sobre todas las cosas. ¿Qué no es la palabra “pareja” la que mejor califica una relación y es a la vez el sustantivo?

El error fue que me aferré a la idea de “lo que somos juntos”. Primero hay que ser cada quien, y yo fui demasiado para ti. Tanto que me perdí y con eso a ti también.

Pasaron meses de dolor, hasta llegar al entendimiento. Aprender que los dos nos habíamos dejado, no sólo tú a mí. Después de todo, siempre es así. Hoy al recordar, sólo vienen a mí las palabras de uno de los poemas de Edel “no quiero volver a donde fui feliz, quiero conocer otros lugares”.

lunes, marzo 10, 2008

La casa de los deseos

Me estoy preparando para dormir cuando se va la luz. Por la ventana del baño entra la poca luminosidad de la noche. No es suficiente para encontrar el cepillo de dientes. Cierro los ojos para ver mejor.

Esta tarde fui a una obra de teatro para ciegos. Los que no lo somos nos ponemos un antifaz antes de entrar a la sala. Hay que cerrar los ojos para no ver nada, ni la luz que entra por abajo del antifaz. Luego pones las dos manos en los hombros de la persona de adelante para caminar. Los movimientos de los hombros te guián hacia arriba, hacia abajo o al dar vuelta. Al principio empiezas a arrastrar los pies, ponen música y te dicen que marches al ritmo. Pierdes el miedo, marchas, te metes en la música, en el ambiente del circo que es donde transcurre la obra. Después de varias vueltas a ciegas, te indican: suelta al de adelante, hacia la derecha está la pista, hacia la izquierda tu asiento, búscalo suavemente para no provocar un efecto dominó.

Te sientas. El oido se agudiza para sustituir la vista: todos los sonidos son estridentes. Huele a palomitas, pasan ofreciendo golosinas como si estuvieras en el circo y te sirven un poco de palomitas en las manos. También hay que estimular el sentido del gusto.

En la obra son cuatro personajes: Supermacho (el dueño del circo y levantador de pesas), Campanita (la enana del circo que está enamorada de Supermacho), Edipo (el trapecista huérfano), Carcajada (el payaso poeta, abandonado por su mujer).

Conforme transcurre la obra aprendes a “ver” mejor sin ojos, sigues las voces de los actores que se pasean por el escenario. Después de un rato lo estridente de los sonidos se sustituye por sensibilidad. La música del cello penetra por la piel, como también los olores de flores y hierbas. Usan los cuatro elementos: fuego, agua, viento, tierra; los actores pasan y te tocan, hacen vibrar el piso, te vuelves más suceptible y más receptivo a todo los sentidos que te estimulan.

Se tejen las historias con la tuya propia, la obra de teatro te sensibiliza para ver más allá de los ojos: te hace sentir que la peor limitante no es física sino mental y emocional. Está más limitado quien no desea sentir.

Ahora, al cerrar los ojos veo mejor. Sigo sensible a mi entorno. Encuentro el cepillo de dientes, le pongo la pasta y me cepillo todavía con los ojos cerrados. Salgo del baño, apago las luces que estaban prendidas para cuando vuelva la luz. Camino a la cama, me acuesto y apago la lámpará de buró. Entonces abro los ojos a la oscuridad de la noche.

PD Si les interesa la obra el teléfono del teatro es 55255901.

miércoles, marzo 05, 2008

De días y de días

Hoy tengo que ir a un evento que no tengo las más mínimas ganas de ir. Una cena en un salón de un centro de convenciones donde darán una cena insípida y que me acabaré comiendo íntegra por el aburrimiento.

Un salón con mesas redondas, manteles largos, pláticas aburridas, donde tendré que hacer cara de que la plática está interesante, mientras hablan del volumen de ventas en los últimos doce meses, o cómo la estrategia de ventas ha resultado o como la franquicia de ellos es la mejor inversión. Yo que preferiría hablar de literatura, o de cine, o de las posibilidades de describir una sensación. Ayer me decía una amiga que su psicologa le dijo que cuando a una sensación la nombras la limitas. Yo que vivo pensando que al nombrar las cosas les das vida. Creo que tendré que pensar más sobre el tema, aunque esta noche no será un buen momento para hacerlo. Habrá que esperar la hora de la premiación, después de la cena y los discursos, a ver si nos toca un premio. Yo que prefiero las noches en mi sillón, acompañada de la Cirrus y una buena novela.

Ya sé, hoy ando quejumbrosa y es que esta semana me toca, aparte de esta cena, impartir un entrenamiento que durará todo el día de mañana. Ni modo, hay semanas así. Hoy tengo que seguir preparando el entrenamiento y tal vez participar en la filmación de testimonios que el socio uruguayo quiere que se haga.

Lo bueno, es que mañana al terminar el entrenamiento, me podré ir a casa, premiarme con un vaso de tinto, subir mis pies al sillón y acurrucarme a leer a Lessing.