viernes, octubre 27, 2006

Desconociéndote

Durante años te haz apropiado de mi pensamiento, me haz hecho actuar conforme tus expectativas. Ahora va la mía, ¿decias que hay que ser implacable? Veremos si es lo mismo estar del otro lado.

Hablas de matices y sin embargo ves todo como negro o blanco. Te presentas como un ser flexible cuando tus ideas son fijas.

Todo lo calificas, siempre estás listo para reporbar cualquier conducta o hasta idea: a todo le pones etiquetas. Dices que no eres racista pero discriminas por cualquier cosa. Además eres misógino, ayer te descubrí tratándo de convencerme que por ser mujer no podía hacer no sé qué cosas.

Eres hábil, te enmascaras con ropa de respetabilidad. Y cuando tu disfraz no funciona te evades. Ni siquiera sabes defender tus penamientos, no eres capaz de discutirlos, simplemente los presentas como ley universal.

Lo que pasa es que tienes miedo, tienes miedo de ver qué pasa si no hay reglas ni límites.

Ya me cansé de ti. Hoy date por muerto.

sábado, octubre 14, 2006

Leer es chido

Quisiera poder acordarme cuál fue el primer libro que leí y me creó la necesidad de seguir leyendo.

El otro día leí un artículo, del cual me robé el título de este post. El autor habla de lo definitorio que puede ser el encontrar un libro que nos atraiga y de lo importante que sería el contagiar a los estudiantes de primaria y secundaria del gusto por la lectura. Sugiere que esto se podría hacer a través de una antología de autores contemporáneos que se realice pensando en los gustos de las generaciones presentes.

El artículo me hizo pensar en qué creo mi necesidad y gusto de leer. Pensé en lo que siento al tomar un libro en las manos y sumergirme en una historia, transportarme a otro espacio y otro tiempo. No puedo imaginar mi vida sin esos momentos en que la prosa me envuelve y dejo de pensar como yo y empiezo a sentirme parte de la historia o camino junto con el narrador. Necesito las palabras, las disfruto, disfruto su textura, sonoridad y simbolismos.

Por eso trataba de recordar ese primer libro que me enganchó. Trataba de acordarme cómo se creó la costumbre de tener varios libros en el librero esperando su tiempo, el porqué del deseo continuo de tener tiempo de tirarme horas a leer. Sé que en realidad no importa tanto ese primer libro como el último, el que me engancha al próximo, porque leer es chido.

jueves, octubre 12, 2006

Antes de tiempo

Un bebé que no llega a término es bebé o es feto. ¿Cuándo deja de ser uno para convertirse en el otro? Le acaba de pasar a un compañero de trabajo que perdió su bebé con cinco meses de embarazo. Su esposa tuvo problemas durante todo el embarazo: amenazas de aborto constantes.

Esta semana estando en la oficina le hablaron a mi compañero de trabajo a decirle que su esposa estaba teniendo contracciones. Para cuando llegó al hospital la esposa, ya había empezado a nacer el bebé y estaba muerto.

Le entregaron al bebé en las manos, un bebé mínimo pero totalmente formado. Ese bebé al que habían ido conociendo a través del ultrasonido y ya era parte de sus vidas. Se lo dieron así, a mano pelona.

Había que llevarlo a enterrar. Había que darle un nombre.

Me parece sumamente duro que además de perder a tu bebé tengas que pasar por todos esos trámites. ¿De veras no hay una forma más sencilla de hacerlo? ¿De veras tienes que pasar por todos los trámites de enterrar a tu primer hijo prematuro? Parece que sí.

viernes, octubre 06, 2006

Wisconsin

Tiendo la cama ya sin sábanas. Coloco la colcha y encima la cubrecama que doblo para poner las almohadas ya sin fundas y cubrirlas dandole la vuelta. Al hacerlo pienso en mi hermana preparando esta cama para mí hace sólo 5 días. Y es como si este simple acto cotidiano encerrara el tiempo que estuve aquí.

Las mañanas son mi momento favorito: sentarnos en la mesa roja de la cocina para tomar el café de la mañana. Un café que yo me hago en una cafetera de prensa francesa individual mientras que mi hermana toma uno hecho en cafetera eléctrica. Hasta el grano es diferente, compró uno especial para mí, ella usa uno de lata para el suyo. Días de paseo, teatro, cine, compras, comer, pero sobre todo de sentirme cuidada por mi hermana y mi cuñado.

Al tender la cama empiezo a extrañar pues sé que pasarán varios meses antes de que volvamos a tomar café juntas y que platiquemos frente a frente. Días efímeros que sin embargo me llevo de regreso conmigo.